Muchas veces, un simple juego puede terminar en una indeseada y grave consecuencia. Así sucedió en el Barrio de Vargas, cuando un hombre denunció al 911 que sus sobrinos de 13 y 14 años estaban poseídos por un espíritu luego de jugar al conocido juego de la copa. Esperan la intervención de un cura que prometió llevarlos a la capilla Virgen de Lujan.